En La Puerta Azul, trabajamos, desde el respeto, para ayudar a todas las personas que acuden a nosotras.
Terapia para niños: En ocasiones, los más pequeños también se pueden encontrar a lo largo de su día a día, situaciones que les produce malestar y en las que precisan ayuda especializada: autoestima, cambios en la familia, miedos, ansiedad, duelo y procesos de pérdida, problemas de conducta, dificultades en la comunicación…
Terapia para adultos: Hay algunas situaciones que por más que intentamos solucionar nos superan. Probamos todas las alternativas que están a nuestro alcance, pero puede que no sean suficientes. Es en estos momentos donde la ayuda profesional se hace necesaria: ansiedad, problemas de autoestima, depresión o situaciones de duelo, fobias, dificultades para relacionarse e inteligencia emocional, adicciones…
Terapia de pareja: Calquier relación de pareja puede atravesar por una situación de crisis. Estas fases producen mucho malestar a los miembros de la pareja que, en ocasiones no saben cómo solucionarlo. La terapia de pareja está destina a ayudar a superar las dificultades, mejorar la comunicación y destacar los aspectos positivos de la relación: problemas de comunicación, infidelidad, insatisfacción sexual, dificultades para tomar decisiones, celos, inseguridad…
Agilidad mental para mayores: conforme envejecemos vamos perdiendo agilidad en el cuerpo por usarlo de forma diferente. Lo mismo sucede con nuestra mente. La falta de empleo o las diferencias en las relaciones establecidas hacen que perdamos agilidad mental. Nuestra propuesta es recuperarla y mantenerla a pesar de los años: pérdida de memoria, distracciones frecuentes, pocas relaciones sociales, dificultades en la fluidez verbal, olvido de las actividades cotidianas…
Apoyo a las dificultades de aprendizaje: Cada niño y niña es diferente, pero con demasiada frecuencia nos encontramos que la diversidad es entendida como un “problema”, más que como una oportunidad de aprender sobre lo que significa ser humano. Educar en la diversidad es asumir que no es posible definir de antemano una única acción educativa óptima para todos los alumnos/as: dificultades para leer, dificultades para escribir, dificultades para mantener la atención, dificultades para escribir, dificultades en matemáticas, dislexia, déficit de atención (TDAH)…